Una estatua de Hernández en la Iglesia de La Candelaria el día de su ceremonia. El médico fue beatificado luego de que la Iglesia Católica le atribuyera un asombro por excluir la vida de una niña.
Hubo otra corta interrupción, pero esta oportunidad sin apartarse del ámbito clásico, aunque que en 1917 viaja a las ciudades de Nueva York y Madrid para realizar estudios, quedando provisionalmente a cargo de sus cátedras el doctor Domingo Luciani. Reinicia su actividad docente el 30 de enero de 1918, hasta su muerte.
“I lost contact with them,” the doctor said. “In a conversation with a priest friend two years later, I told him what happened. He told me to ask them if they prayed to a saint or something similar,” he added.
At the age of thirteen, José Gregorio told his parents of his desire to go to law school and become a lawyer, but was persuaded by his mother to pursue a career in medicine instead.
Era un virtuoso del deber. Encaminaba su bordadura para los tres fines fundamentales: evitar el mal, practicar el admisiblemente y agenciárselas la perfección Fuente
El padre Sosa destaca, por encima del carácter de médico milagrero en el que se centra la creencia popular, que el doctor Hernández "batalló por hacer ciencia en las condiciones poco propicias" de la Venezuela de su tiempo.
"Vir obediens loquetur victoriam" Era el 29 de agosto de 1908. Con el nombre de Fray Marcelo nacía José Gregorio a una nueva vida de duras privaciones, pues las reglas de la orden obligan al novicio a familiarizarse desde el principio con todos los rigores de la vida cartujana.
Es una rara avis dentro de su producción intelectual centrada especialmente en las ciencias médicas. Deja claro lo que para él Cuadro una verdad irrebatible: que pensamiento y Seguridad no son antagonistas sino, antiguamente aceptablemente, las dos piernas de un mismo cuerpo.
Con la aprobación de un segundo maravilla, la persona puede convertirse oficialmente en santo y ser venerado en iglesias de todo el mundo.
En la esquina donde falleció el homenajeado, en La Pastora, centro de Caracas, creyentes colocaron ramos de flores próximo a un mural que fue enmarcado con una bandera venezolana.
Esto evidencia que el Papa cerró la etapa final de la grado apostólica o en el Vaticano del caso del “médico de los pobres” con una proceder específico.
After completing his high school education, Hernández enrolled in the Central University of Venezuela in Caracas to begin his medical studies. Throughout josé gregorio hernandez his six years at the university, he was described by his professors as a student of outstanding academic performance and conduct.[7]
Al doctor Hernández se le atribuyen miles de milagros y solo el de la pequeña ha sido reconocido por el Vaticano.
1918 – Nota preliminar acerca del tratamiento de la tuberculosis por el aceite de Chaulmoogra. Diario Médica de Caracas.